ARTISTA PLÁSTICO

viernes, 19 de febrero de 2010

Acacio Puig y Eduardo Morán










El paisaje

/.../ Arquitectura-esqueleto, sostiene un mundo de sueños, fantasías y deseos. Enmarca a sus personajes sin limitarlos. Sugiere sin imponerse. Referencia sutil a la presencia del espacio que se compartimenta en una multiplicidad de otros posibles./.../

El proyecto

Enfrentarse con la pintura de Acacio es verse obligado a ejercer una toma de postura -ejercicio raro y poco usual, aunque estimulante e indispensable para conocer su obra-, es sentirse inmerso en una situación en la que hay que dar respuesta, una respuesta personal./.../

...Y el autor

Un reencuentro casual en un restaurante de Cracovia, el año de las primeras movilizaciones polacas, me devolvió a la persona de Acacio después de diez años de haberle perdido la pista. Para mi fué un regalo no sólo el hecho de volverle a ver, sino la alegría de comprobar que seguía apostando por el riesgo en su vida, al tomar la decisión de dedicarse a lo que de verdad siempre había deseado y por circunstancias de una existencia azarosa tuvo que dejar en suspenso.
La fascinación por la obra de estos últimos años y la sólida amistad consolidada en este tiempo, motivan la profunda satisfacción que hoy siento al presentar en Madrid a Acacio, pintor que vive su pintura como herramienta de construcción radical de la vida y al que me enorgullezco de llamar amigo.

Eduardo Morán Robles
Arquitecto