Pregunta la gente amiga por mis exposiciones
en los últimos años…Y no es fácil responder, desde luego para mí, más difícil
que decir: “mira esto es lo que he estado
pintando…En esto estoy” Y llevando ya diez años en exilio campestre pues… más
complicado. Algunos insisten ¿Pero lo
último que has pintado? ¿Qué es lo último-último que has hecho? Y ahí sí que también vamos fatal,
porque mis quehaceres no se transforman linealmente, las idas y venidas se
producen…en espiral, en involución, en zig-zag y a veces en dirección “calle
cortada”…
Volviendo al principio, creo que lo más
cierto es decir que con el paso del tiempo, muchas de las galerías y salas en
que presenté pintura han ido cerrando a lo largo de los últimos veinticinco
años…en tanto que yo, a mi manera, he seguido “abierto”.
Y claro que es pena pero ha sido así. En unos
casos murieron los galeristas, en otros se aburrieron de dar palos de ciego,
algunos fueron prudentes y antes de perder demasiado dinero cerraron el garito…
en tanto que otros descubrieron vocaciones tardías que poco tenían que ver con
la promoción y exhibición de cachivaches artísticos. También las Salas de
Exposición han sufrido transformaciones: hay menos y ofrecen menos.
Para el resto –porque no todos mis pasados anfitriones
cerraron, claro- quizá no resulté ser especialmente interesante ni rentable
(los dos términos están bastante relacionados en mi gremio) o tomaron
distancias… porque “vivo en la montaña”.
Quizá todo lo ocurrido forma parte de lo
previsible y más allá de los retales que se adhieren a cada biografía, tiene
causas muy claras: el mercado del arte segrega –de siempre- a sus enclaves de
venta más frágiles…elimina sectores enormes de su “industria ligera” para
concentrar –aceleradamente- la actividad comercial y/o especulativa en los
nudos fuertes que trafican con divisas-arte.
De modo que lo de menos es el encuentro de la
producción artística con quienes son sus destinatarios naturales (que siendo
pocos, porque la educación mutila, aún resultan demasiados, dado que la
difusión-amplia es la antítesis de la difusión-lujo. La opción mercantil es
pues blindar el ghetto, en tanto que los espacios artísticos “alternativos” no
son, con frecuencia, más que la miniatura cutre del mismo… Bueno, no vale la
pena ponerse solemne…excepciones, haylas)
De modo que aunque podría –como antaño
acostumbraba- seguir dando a conocer una breve lista de galerías, salas de
exposición, ferias de arte y fundaciones, en las que durante las últimas décadas
estuve presente…prefiero, a estas alturas de la película, pasar de hacerlo y
seguir afirmando que mi “taller sigue
abierto” aunque las galerías cierren....
(De unas notas
escritas en Riaguas/Segovia. En
primavera del año 2015)
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